lunes, 7 de noviembre de 2011

de broncas, envidias y otras debilidades

Hay broncas que no merecen ni un solo renglón… en ningún papel, pero… como  consiguen provocarme estados de ánimo particularmente molestos, entonces, para serle fiel a mi genio podrido, voy a patalear.

¡No soporto a los sujetos que miran el mundo desde arriba de su hombro!  Pueden hacerlo, si les place, pero me animo a aconsejarles, revuelvan de vez en cuando el arcón de sus recuerdos; estoy convencida que encontrarán fotos arrinconadas de una familia sencilla, laburante, de padres o abuelos humildes, que la apechugaron dejando la vida por el bienestar, la seguridad y la educación de sus hijos.

Elijo mil iletrados irreverentes, u otro tanto de sabios silenciosos, y no un soberbio charlatán venido a mas, desde lo muy menos, capaz de quemarse de envidia en infierno, por la prosperidad o la felicidad del prójimo.

Son necios, pobres de espíritu, capaces de anhelar hasta el fracaso de sus hijos.

Tienen venas pequeñitas por donde no les corre, jamás, una gota de sangre caliente... solamente agua helada.

¡Y a quien le quepa el sayo, que se lo ponga!

viernes, 16 de septiembre de 2011

Realidades de un sueño que creimos perdido

Desde mi trinchera domiciliaria voy a hacer uso de los beneficios  que me otorga la tecnología, y expresaré buena parte de lo que pienso y lo que siento.
Al grano… digamos que esta primera parada está dedicada a mis nietas. Ellas abieron los ojos a la vida en un tiempo definitivamente cambiante. Tiempos en los que el mundo parece derrumbarse como consecuencia de políticas tristemente individualistas, defensoras de mega capitales internacionales que arrastran axiomáticamente al quebranto, al resto de la humanidad. Pero… en mi tierra, la que acuna el presente y el futuro de  los niños, es un tiempo largamente imaginado, concebido en el ideario de las utopías.

Sí, a los que llegaron hasta este renglón les digo, soy oficialista. Pienso lo que siento, porque no quiero caer en triunfalismos irracionales, y a digo lo que pienso, porque quiero enfatizar y compartir con ustedes las verdades que algunos medios pretenden ocultar, y las mentiras que nos quieren revelar como verdaderas.

A los más adultos no nos pueden engañar… estamos hartos de discursos repetidos a lo largo de nuestra historia, plenos de promesas incumplidas y mentiras juramentadas como única verdad. Crecimos en el fluir de arrebatos políticos y sociales histéricos y mediocres, llevados y traídos por gobiernos, débil y brevemente sustentados por democracias saqueadas por la tolerancia civil, aduladora y cómplice de dictaduras  incompetentes, ladronas, petulantes  y asesinas…  

Después la democracia y las puertas abiertas a un futuro… y un sueño que aún, tardaría veinte años más en llegar. No voy a desarrollar un análisis histórico, político ni económico… no tengo la autoridad intelectual para ello, pero sí destacaré lo que vimos y vivimos, lo que vemos hoy, lo que es realidad irrefutable, lo que nadie, por más necio que sea, puede negar.


16 de septiembre de 1955… se declara y pone en marcha la ¿“revolución libertadora”?, el principio de un fin programado de destrucción sistemática y muerte. A partir de allí se destierran la libertad y la democracia durante más de treinta años.

La clase poderosa, agazapada detrás de sus lujosos ventanales, brindaba con champán y se frotaba las manos con la codicia demencialmente desatada, mientras la mayoría de la clase media, frívola y sedienta de una grandeza que jamás alcanzaría, festejaba el derrocamiento de un gobierno cargado de errores y virtudes, pero concebido en un acto eleccionario que sería, a partir de allí y en ocasiones lamentables, una caricatura de mal gusto.

16 de septiembre de 1975… la noche de los lápices, cuando un grupo de alumnos secundarios, niños aún, fueron secuestrados, torturados y asesinados, porque... por el reclamo de un boleto estudiantil se los catalogó, para la irracionalidad uniformada, de grupo subversivo de alta peligrosidad. Cuatro de los estudiantes sobrevivieron a las torturas y traslados impuestos por la dictadura cívico-militar que devastó a una generación, dejando la cifra de treinta mil desaparecidos a lo largo casi… ocho años, (esto; sin contar los caídos en la guerra de Malvinas).

16 de septiembre de 2011…
  • C. F. de  K. inauguró la Universidad del Oeste, la novena casa de altos estudios que se abre desde el año 2003 en el conurbano bonaerense.
  • Se desarrolla en Mar del Plata el IV Congreso Iberoamericano de la cultura. Mesas redondas, debates, espectáculos al aire libre, participación de funcionarios de la cultura de diversos países de América Latina, escritores, pensadores, músicos. Nadie quedó afuera de este evento en el cual, la multitud demostró la fuerza de la participación popular en uno de sus bienes más preciados… la cultura.
  •  Sigue en marcha la creación del Polo Tecnológico de Palermo, un nexo entre la sociedad y la ciencia. Es un complejo edilicio que ocupará 40.000 metros cuadrados, contendrá tres institutos de investigación, un auditorio, un museo interactivo y un parque de 800 metros verdes. Allí funcionarán el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva. Habrá un área destinada a la Agencia Nacional de promoción científica.  También se dará espacio físico al CONICET,
  • Sigue en marcha el Plan Raíces, que lleva repatriados, reinsertados en su tierra, donde nacieron y estudiaron, a 850 científicos argentinos que desarrollaban sus actividades en otros países, donde otros funcionarios no los mandaban, literalmente, a lavar los platos, tal como lo hiciera el mal recordado D. Cavallo, ministro C.S. Menem.
  • El CONICET  pasó a tener, de 420... a 3000 becarios.
  • Existe un registro real de los científicos que aún permanecen en el exterior.
  • Se invierte en un plan de infraestructura para la Ciencia y la Tecnología que abarca, entre otras cosas importantes, obras por un total de 28.00 metros cuadrados de superficie, con una inversión de $ 92.883.000.
  • Se construyen museos, escuelas, polos tecnológicos…
Este es el país que hasta hace diez años, creíamos...era una utopía, y hoy estamos viendo... y viviendo.
Esta es una realidad irrefutable, imposible de negar.
En tal caso, negarlo es estar sumergido en un pantano de incomprensión lamentable, casi mezquina.